Acuerdos tácitos vs acuerdos explícitos

¿Qué entendemos por acuerdos tácitos? Son acuerdos que están basados en suposiciones. “Yo supongo que tú debes de…” “Creo que tú tienes que…” “Así se supone que tiene que ser…”

Las consecuencias de estos acuerdos son decepcionantes: “Es que yo creí…” “Es que yo pensé que…” Me imaginé qué…” no sirven, no dan buenos resultados, hay que re-orientarlos.

¿Qué entendemos por acuerdos explícitos? Son acuerdos en los que las personas se sientan a platicar, llegan a acuerdos convenientes para ambas partes y se respetan en la medida de la madurez y el compromiso de los pactantes.

Aquí los resultados son más reales y gratificantes porque se apuesta más a lo seguro y a lo maduro, como decía el juego antiguo. Aquí se respetan los resultados porque son a sabiendas de lo que se acordó y se puso sobre la mesa. Son acuerdos sanos en los que sabemos de cierto que esperar de la otra persona y de nosotros mismos.

Estudiaremos un par de casos en donde hubo acuerdos tácitos y en dónde hubo acuerdos explícitos en dos áreas críticas de la interacción humana.

CASO 1.- Acuerdo tácito. Alma se casó con Pedro por las tres leyes. Son una pareja tradicional. Se supone que Alma, tiene que hacer todo lo que hace una esposa tradicional y que no repetiré aquí. Además de las tareas cotidianas, Alma debe cuidar a los tres hijos que tiene, atender todas sus necesidades, las de su esposo y por las noches cumplir con sus OBLIGACIONES MARITALES, no importando que se encuentre cansada, indispuesta o incluso enferma o malhumorada. Para eso se casó y SE SUPONE QUE TIENE que estar disponible y dispuesta para cuando su marido la requiera.

Por su parte Pedro, se supone que debe trabajar, dar el gasto, dar para todas las necesidades de la casa, pagar las cuentas, la renta y aún procurar diversión para su mujer y sus hijos, pagar su educación a sus hijos, y ayudar en la casa, se supone que al casarse, perdió vida personal, LO MISMO QUE SU MUJER, y no puede salir con sus amigos o practicar su deporte favorito porque necesita atender a su mujer y a sus hijos antes que nada y tiene que cumplir aunque esté fastidiado, cansado o las cosas no vayan bien en su trabajo y economía… SE SUPONE que él tiene que cumplir con todo eso… ¡para eso es hombrecito!

Si alguno de los cónyuges no hace lo que SE SUPONE que tiene que hacer, entonces ¡¡¡ARDE TROYA!!!

CASO 2.- Sonia entra a trabajar a una tienda departamental. Es demostradora de productos varios. Cuando algún compañero no va, la llaman a ella para sustituirlo. Medio le explican que hacer. Aunque no fue eso para lo que la contrataron, cuando llega mercancía nueva, la llaman para cargar cajas y embodegarla. Como carece de auto-estima se aguanta, y como necesita el trabajo, se aguanta aún más. Cuando no llega la persona del aseo, Sonia es la elegida… ELLA SUPONE que así es el trabajo…. Su jefe supone que ella está totalmente a su disposición en lo que compete al trabajo y sólo la manda a que lo haga porque SE SUPONE que para eso está.

Resultado: Colaboradora disgustada, rumores y chismes contra el jefe, pésimo ambiente de trabajo y una trabajadora desconcentrada que empieza a enfocar sus energías para buscarse otro empleo… un día, sin avisar, ya no se presenta… SE SUPONE que debería avisar, por lo menos.

MISMAS SITUACIONES CASO 1.- Los futuros esposos se sientan muy seguido a conversar. Ponen sobre la mesa, uno a uno, todos los temas que competen a la vida en pareja y toman acuerdos al respecto. Trato a familia política - número de hijos que quieren - manejo de dineros - labores de la casa – diversiones – trabajo - estudios académicos después de casarse - espacio y tiempo libre para actividades personales -pasatiempos juntos y separados -amigos mutuos o por separado - apoyo a familiares - vida sexual - vida espiritual, en fin, todo lo que compete para vivir en pareja.

Pasatiempos Personales:

EL: Adoro el Fútbol… no me pierdo los partidos del Pumas. Sé que no te gusta el futbol, pero me gustaría conservar esa afición. Si quieres, el tiempo que dura el partido tu puedes hacer otra cosa… ¡ Qué te gustaría hacer?

ELLA: Uff!!! Sabes que no soy muy fan del fútbol, pero voy a pensar en una actividad que me ocupe dos horas, tú veas tu juego y yo no me aburra.

El: ¡Oye¡ se que eres fan del Face… mira, los días de partido, preparamos unas botanitas y unas cervezas y te pones a la compu y cada quien hace lo que le gusta y nos acompañamos ¿vale?

Ella: ¡Buena idea! De entrada está bien, pero podría variar… ¿ehhh?

El: Claro, ya sabes que todo lo platicamos. Si hay cambios, sólo tienes que expresarlo. Sé que tengo la misma oportunidad de hacer cambios contigo porque siempre los respetas.(Pactan con un beso y un abrazo)

Dinero:

Ella: ¿Ya pensaste cómo vamos a manejar nuestros ingresos? Lo digo porque ya sabes que me gusta ser independiente y comprarme mis cosas. No me veo pidiéndote a cada rato para mis medias o unos zapatos… Ya sabes cuánto gano y ya sé cuánto ganas… me gustaría mucho que hiciéramos un acuerdo para tomar una decisión sobre nuestro manejo económico… francamente, sabes que no me gusta vivir ni limitada ni al día.

El: Sí… sé que ganas más que yo y que te gusta ser independiente… qué te parece si hacemos un presupuesto de gastos fijos, de ahí pagamos un 50% cada quien, tomamos un porcentaje para gastos personales y aportamos una cantidad para hacer un ahorro mancomunado y que nos sirva para tener un fondo permanente para vacaciones y otras cosas.

Ella: Me parece muy bien, aunque hay que tomar en cuenta…*****

Así pueden seguir hasta que se concrete el acuerdo y respetarlo. Con esto podemos concluir que:

Los acuerdos tácitos que son los que usamos mayormente, no sirven. Hay que eliminarlos en la medida de lo posible y manejarnos mejor con acuerdos explícitos para tener mejores resultados y no tener que exclamar: “ES QUE YO CREÍ… ES QUE YO PENSÉ …

Representan el arribo a mejor calidad de vida emocional, cooperación con otros y madurez en nuestros asuntos vitales, y la certeza de volvernos mucho más confiables en nuestros tratos.

Saludos cordiales

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