¿A qué te Sabe México?

México tiene muchos sabores, su cocina es extraordinaria. ¿Qué tal un mole poblano o oaxaqueño con una pieza de pollo? ¿O un rico pozole guerrerense o jalisciense? ¿O unos tacos al pastor con una salsa borracha o guacamole? ¿O una rica y variada tamalada con un atole o champurrado? ¿O una jugosa carne asada con guacamole y cebollitas fritas acompañadas con una cerveza fría o con un guiso de chicharrón en salsa verde? Etc., etc…

Sé que esta breve descripción te ha abierto el apetito. Sin duda para comenzar tan suculentos platillos un buen tequila o mezcal como aperitivo, de los muchos buenos licores famosos a nivel nacional. México sabe también a vitamina T: tlacoyos, tacos, tortas, tostadas, además de huaraches, quesadillas, flautas, entre otros antojos muy mexicanos.

Y qué decir de un rico café y la increíble variedad de pasteles gelatinas y dulces típicos de amplia variedad.

¿A qué te suena México?

A bolero, a ranchera, a banda, a romanticismo, (a música extranjera adoptada) a albur y mentadas, a contaminación auditiva, a goles gritados con pasión, a palabras de amor de enamorados, a la airada voz de los jefes en las oficinas, a la charla y risa de los amigos, a pleitos verbales, a discursos políticos desgastados, a la voz amada de los hijos, a los consejos insistentes de los padres, a las cátedras cada vez más alejadas de la educación de los profesores, a trinos de aves diurnas y nocturnas, al ensordecedor ruido de los aviones que pasan, al radio a todo volumen del vecino inconsciente, a la televisión en tono alto del abuelo que se quedó dormido ante un programa aburrido, al pregonero que compra “colchones, lavadoras, refrigeradores o algo de fierro viejo que vendan” o al que muy temprano grita: “tamales oaxaqueños” al timbre del celular que no deja de sonar.

¿Qué vistas te regala México?

Playas, montañas, selvas, atardeceres bellos, arquitectura impresionante, cambios a la modernidad urbana, mercados, tianguis, almacenes, mujeres hermosas, la gran mayoría, gente trabajadora y luchona, diversas etnias, fauna y flora variadas, vestigios de preclaras civilizaciones extintas, movimiento febriles en las ciudades, contraste entre la modernidad y la tradición, festivales alegres, hermosas iglesias y palacios, museos y centros de diversión, estadios plazas y bellos jardines, estatuas, pueblos mágicos y ranchos, grandes puentes y modernas autopistas.

¿Qué aromas te regala México?

A pan recién hecho, a combustión automovilística, a comida recién hecha, a flor de noche, a perfume de mujer bonita, a sudor de trabajo (¿o de otra causa?) a bosque y pino en las casas recién aseadas, a incienso de templo religioso, a resina y madera cerca de una carpintería, a aroma de hogar en la casa de familia o en la casa de los amigos, a tabaco y licor en los sitios donde se acostumbra o en las casas non santas.

¿Qué puedes tocar de México?

Todo lo material, lo que usas y manipulas, lo que sienten tus manos y tu piel, las telas, los sombreros, todo lo digital, tu auto, los asientos en donde posas tu humanidad para descansar, tu negocio y pero más que nada, tus seres amados, tus amigos y asociados, y las personas que son importantes en tu vida.

Esto es parte de Nuestro país, de nuestro México. Pasa por problemas severos, pero son reversibles, hay muchas cosas no agradables; pero hay aún, cosas y situaciones más agradables.

Nosotros somos los constructores de México, si queremos mejores cosas de nuestro país, necesitamos en primer lugar ser mejores personas y aportarle a México, lo mejor de nuestros oficios, actitudes, capacidades, conocimientos, capacidad de trabajo, voluntad y acciones.

En este y todos los demás septiembres: ¡VIVA MÉXICO!

Saludos cordiales